ECONOMÍA
Se puede dividir la historia económica del Altiplano en 3 grandes períodos.
Pre tiempo hispánico: Una lenta evolución del estado nómada de los cazador-cosechadores al agricultor-ganaderos permite desarrollar una economía basada en la agricultura y la ganadería en una misma comunidad. La actividad comercial se desarrollaba esencialmente en forma de trueque. De los lugares consolidados y necrópolis parecen indicar un comercio de la sal durante el período pre tiempo incaico y esto a partir de la aparición de la vida sobre las mesetas. Los intercambios eran también permanentes con las poblaciones de los llanos o de la costa.
Colonial: La llegada de los conquistadores españoles va completamente a cambiar las cosas con la aparición de la moneda y el comercio con el único fin de beneficios. Los recursos del sótano hasta-allí explotadas con fines religiosos, prestigios o utilitarios (herramientas) van a convertirse en fuentes de beneficio. Una economía en adelante esencialmente orientada hacia la explotación de los recursos del sótano se continuará después de la independencia.
Esta actividad económica se desarrolla a lo largo del eje Potosí - Oruro - La Paz - Lima que era la “línea de vida” del Altiplano español por la cual el mineral de plata era enviado en España.
NB: En el oriente, los Jesuitas van a desarrollar una otra economía, la de las ciudades de Dios. Si las zonas administradas por los Jesuitas se mantendrán fuera de toda influencia española, mantenían intercambios regulares con las regiones administradas por la corona española. Pero cuando esta última tomo consciencia del peligro que podía representar la multiplicación de este tipo de “ciudad de Dios”, pondra fin de manera brutal a las Misiones y a la economía jesuita en 1767.
Contemporánea: Tras la independencia, en 1825, el país no cambió nada en su sistema económico, lo que se había aprovechado los Españoles, se aprovechará ahora los Bolivianos. A partir de este axioma, los primeros dirigentes republicanos no buscaron a desarrollar otras fuentes de ingresos. Pero las minas de plata en gran parte se habían agotado y el funcionamiento de una República no tenía ya nada que ver con el del simple “saqueo” colonial.
Hoy como ayer la economía del Altiplano no ha cambiado: magra ganadería, cultura adaptada a la altitud y minas.